viernes, 19 de agosto de 2011

La Historia de un Saxofón

El Saxo del abuelo de Mariano Galperín y yo, muchos años atrás...
Dicen que detrás de cada gran hombre hay una gran mujer. Yo agregaría que detrás de cada músico siempre hay algún instrumento legendario. En mi caso fue este saxo prestado, con el que empecé a sentir la música de otra forma. En ese tiempo me habían robado mi viejo saxo y no tenía forma de asistir a clase, entonces mi amigo, el director Mariano Galperín, tuvo el gesto de prestarme uno que había pertenecido a su abuelo, no sin antes contarme su increíble historia. 

No se trataba de un saxo cualquiera, con tocar un par de notas bastaba para darse cuenta: sonaba a estaciones de tren llenas de bruma, a cafés ruinosos de europa oriental, a orquestas tristes en pueblos cubiertos de nieve. Era una pieza de colección de principios del siglo XX. Su abuelo, músico, ruso y judío, había logrado escapar milagrosamente de la revolución bolchevique, sobreviviendo gracias a ese saxofón. Cruzó media Europa laburando de músico en un circo y haciendo changas con su saxo. De alguna u otra forma logró atravesar el Atlántico para llegar a la Argentina.

No sé si fue ese saxofón, pero en esa misma época tomé la decisión de no abandonar la música nunca más. Han pasado veinticinco años y todavía le sigo dando gracias a Mariano por habérmelo prestado.